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“Si no se cree que otra historia es posible no saldremos de la crisis”

La asociación civil Caracas Mi Convive impulsa el cambio social desde las comunidades. 60 personas trabajan a tiempo completo y otras 250 colaboran en los comedores

Son jóvenes y sueñan con una Venezuela diferente, empoderada, que permita pensar en un futuro próspero. Se agruparon en la asociación civil Caracas Mi Convive y hoy impulsan el cambio social desde las comunidades.

Leandro Buzon y Roberto Patiño fueron sus fundadores. Uno es sociólogo y el otro es ingeniero. En la campaña presidencial de 2012 formaron parte del movimiento juvenil que apoyó a Henrique Capriles Radonski.

“Esa experiencia de activismo nos marcó muchísimo. En muchos pueblos nos llamaban mentirosos y ladrones, lo que resultaba frustrante porque no habíamos sido funcionarios públicos ni manejábamos fondos de la nación para que nos dijeran eso”, recordó Buzon. “Entendimos que la construcción de relaciones de confianza es fundamental”, añadió.

Con esa premisa, finalizando 2012 y empezando 2013 nació Caracas Mi Convive. Ambos fundadores vivieron situaciones traumáticas con la violencia, por lo que su experiencia terminó marcando los inicios del proyecto.

“Soñamos que a la vuelta de 10 años Caracas salga de la lista de las 10 ciudades más peligrosas de América Latina e ingrese a la de las ciudades más visitadas. Para lograr eso es necesario construir un capital relacional enmarcado en la confianza con líderes comunitarios y organizaciones de base”, dijo Buzon.

La asociación civil cuenta con 60 personas que trabajan a tiempo completo, entre líderes, voluntarios y equipo técnico. En los comedores de Alimenta la Solidaridad y Sustento, otros 2 proyectos relacionados, participan casi 250 personas. Tienen equipos en las 22 parroquias del municipio Libertador.

La organización se articula en torno a cinco programas: los talleres de prevención de violencia, en los que se identifica a jóvenes en situación de riesgo; la red de atención a la víctima, que trabaja con personas que han sido víctimas de la violencia; el monitor de víctimas, que ubica dónde ocurren los homicidios; Vamos Convive, un proyecto asociado para dar oportunidades a los jóvenes; y Cuéntame Convive, que ha recopilado más de 200 historias de personas que han sufrido la violencia.

Innovando. Buzon contó cómo surgió Alimenta la Solidaridad: “Hace dos años Roberto y yo estábamos en El Polvorín, en La Pastora, y en pleno taller se nos acercó Fabiola, una niña de la comunidad, diciéndonos que tenía hambre. Eso fue una patada que nos dieron en el hígado. Pensamos en las alternativas y así surgieron los comedores, organizados con las comunidades y las madres que seleccionarían a los 50 niños más necesitados y escogerían su equipo de trabajo para cocinar todos los días”.

Agregó que el equipo se comprometió a buscar los insumos para servir una comida diaria con “la elaboración de un menú que tuviese una carga nutricional adecuada para los chamos”.

Alimenta la Solidaridad cuenta con 16 comedores, el último inaugurado en El Valle. La iniciativa se replicó en Aragua, Lara, Portuguesa, Anzoátegui y Monagas. Diariamente comen 4.500 niños y solo en Caracas se benefician 1.500 pequeños.

De ese proyecto ha derivado un emprendimiento que se llama Sustento, en el que las madres se forman con cocineros de primera para vender almuerzos solidarios.

“Queremos una Venezuela democrática, solidaria y productiva… Si juntos logramos que la gente entienda que el bien común requiere ponernos de acuerdo y exigir a los representantes que hagan su trabajo, vamos a construir una sociedad mucho más democrática y derrotaremos la vocación autoritaria del gobierno”, subrayó Buzon.

Indicó que la asociación asumió su vocación política y pedagógica frente a las comunidades. “Hay que explicarle a la gente que si no motorizamos los cambios de abajo hacia arriba seguiremos mal, porque no es cierto que las cosas cambian por si solas o va a venir un liderazgo mesiánico que nos va a resolver todos los problemas”, señaló.

“Lo central es construir confianza. Mientras la gente no se crea que otra historia es posible no vamos a poder salir de esta crisis”, recalcó.

Otras voces. Giorgina Cumarin, de 25 años de edad, es la gerente general de Caracas Mi Convive. Graduada como urbanista en la Universidad Simón Bolívar tiene tres años en la asociación.

Inicialmente coordinó los talleres de prevención de violencia: “Ha sido uno de nuestros proyectos pilares porque es una herramienta que permite a los vecinos identificar los puntos calientes, basándonos en la teoría de que la violencia tiene una dinámica de concentración en pocos lugares y pocas personas. Es falso que en cualquier sitio te van a robar o te van a matar, sino que hay lugares específicos más propensos que otros a concentrar el crimen”.

Es el momento perfecto para innovar y acometer nuevos proyectos, afirmó Camarin: “No es que llegamos a las comunidades con la solución. Vamos, aprendemos como equipo, escuchamos y compartimos las realidades con las comunidades para luego generar algunas ideas, opiniones y acciones. El actor comunitario es clave para que esas acciones se sostengan en el tiempo y no sean algo efímero”.

Juan Francisco Mejía, de 24 años, es economista graduado en la Universidad Católica Andrés Bello. Se encarga del área conocimiento de Caracas Mi Convive y de las finanzas de todos los proyectos desde hace dos años. “El objetivo de todo el equipo es el empoderamiento y organización en las comunidades e incidir en la formulación de políticas públicas. Para hacer eso tienes que estar organizado, generar conocimiento y agrupar a la gente, y eso es lo que estamos haciendo”, especificó.

Yasiris Paredes tiene 32 años. Vive en la parte alta de La Vega, sector Las Casitas. Es madre voluntaria de Alimenta la Solidaridad. Desde hace siete meses es líder comunitaria de Caracas Mi Convive. “Yo me imagino una Venezuela productiva en pocos años. No lograremos erradicar 100% todas las necesidades que tenemos ahorita, pero sí lograremos un cambio social, político y de conciencia, de formas de actuar y pensar”.

 

Historias de perdón

Cuéntame Mi Convive es uno de los proyectos más importantes que lleva la asociación. “Contamos las historias de perdón, personas que a pesar de haber sido víctimas de la violencia deciden romper el ciclo y no buscan venganza sino que se convierten en promotores del cambio. Las mostramos en las redes sociales”, señaló Abraham Viera, jefe del proyecto. El estudiante de Comunicación Social vive en La Pastora y se involucró en el proyecto porque le asesinaron a un hermano. Tiene 26 años de edad.

 

“Si juntos logramos que la gente entienda que el bien común requiere ponernos de acuerdo y exigir a los representantes que hagan su trabajo, vamos a construir una sociedad mucho más democrática”

Leandro Buzon,

fundador de Caracas Mi Convive

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/sociedad/cree-que-otra-historia-posible-saldremos-crisis_249381

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